MAESTROS ANTIGUOS, ARTE COLONIAL Y JOYERIA
En forma de lira, este exquisito reloj de sobremesa sobresale por su excelente estado de conservación, tanto en el esmalte de el cuadrante como en el dorado como en la pedrería al gusto francés de medidados del siglo XIX y formando parte de la decoración de una importante residencia madrileña. A partir de 1860, la fundición de Jules Graux se instala en el número 8 de la rue du Parc-Royal. Expone en la última exposición nacional de París en 1849 y de nuevo en París en 1855. En la exposición londinense de 1862, su obra se describe como “bronces de mobiliario, cheminée y guarnición de cheminée, lustres, jarrones, estatuas, groupes, objetos de servicio de mesa, gueridon de malaquita”. Se menciona que exportan el 35% de su producción y que fabrican bronces para el Hotel de la Commission. También contribuyeron a la exposición de París de 1867. En 1870, sus hijos M Graux-Marly toman el relevo de su padre y, a partir de entonces, sus obras llevan el sello GRAUX-MARLY o GRAUX-MARLY FRÈRES. La fundición es famosa por la calidad de sus piezas de bronce fundido, cincelado y dorado, como relojes, candelabros, estatuillas y otras obras de arte decorativas. Jules Graux – Graux-Marly Fondeurs también fundió bronces para muchos de los escultores más renombrados de la época, entre ellos Jean-Baptiste Carpeaux (francés, 1827-1875), James Pradier – nacido Jean-Jacques Pradier (suizo/francés, 1790-1852), Emmanuel Frémiet (francés, 1824-1910), Albert-Ernest Carrier-Belleuse (francés, 1824-1887), Alfred Emmanuel Louis Beurdeley (francés, 1847-1919), así como la reproducción de modelos antiguos importantes y populares, del Renacimiento y posteriores. Bibliografía relacionada: P. Kjellberg, Les Bronzes du XIX Siecle, Les Editions de l’Amateur, París, página 660.
