MAESTROS ANTIGUOS, ARTE COLONIAL Y JOYERIA

Atribuídas a José Luis Rodríguez Alconedo (Puebla, 1761 - Apan, Hidalgo, 1815), escuela colonial del Virreinal de la Nueva España siglo XVIII , pareja de bustos en bronce dorado al mercurio

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Precio base: €6,000

Precio estimado: €13 000 - €14 000

Comisión de la casa de subasta:

En bronce dorado al mercurio con marcos incorporados al gusto Rococó de la época. Obras en comparación: una placa de estilo y técnica idéntica a las presentes representando al Rey Carlos III y realizada hacia 1794 y de medidas 30 x 25 cm conservada en el Museo Nacional de Historia de la Ciudad de México. Medidas: 23 x 21 x 1,5 cm cada uno. (Atlixco, Puebla, 23 de junio de 17612-Apan, Hidalgo, 1 de marzo de 1815) fue un orfebre, pintor y revolucionario de origen criollo, autor de tres obras representativas de la pintura mexicana, destacando entre ellas un autorretrato al pastel, sin haber constancia puntual de su auntenticidad. Primero perseguido y encarcelado por las autoridades virreinales en un controvertido juicio de infidencia, fue extraditado a España donde pintó las obras mencionadas; de regreso a México luchó al lado del general Ignacio López Rayón durante la Guerra de Independencia y fueron útiles sus conocimientos metalúrgicos para la fabricación de armas al bando revolucionario. En 1791 Alconedo y su esposa pasan a vivir a la capital del virreinato, coincidentemente en la calle de Alconedo. El 20 de octubre de ese mismo año adquiere la licencia para ejercer el oficio de orfebre en la ciudad mexicana , según las ordenanzas del Gremio de San Eloy, y abre su taller en la calle de Plateros frente a la Plaza de la Constitución. Su fama de artista y con un retrato de Carlos IV lo llevaron a obtener ocho años después el título de Honor de la Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos, de la cual era profesor de grabado. Recibió entonces encargos oficiales del virrey Branciforte para llevar a cabo obras artísticas como las letras de bronce de las puertas de acceso a la Plaza de Armas en donde estaba colocada la estatua ecuestre de Carlos IV y una placa que lo representara, y para la iglesia una escena bíblica y un escudo dorado al fuego. De regreso a su querido México fue de nuevo perseguido por el Conde de Guadalupe del Peñasco, que receloso no podía sufrir su libertad. Se le volvió a encarcelar y fue entonces cuando su esposa envió al virrey el ocurso en virtud del cual recobró la libertad el 27 de mayo de 1811. Bibliografía: Palou Pérez, Pedro Ángel (2004). Secretaría de Cultura de Puebla, ed. José Luis Rodríguez Alconedo. Planeta Mexicana, S.A. de C.V. ISBN 970-690-995-8. Consultado el 21 de abril de 2010.