SUBASTA DE MAESTROS ANTIGUOS Y ARTE COLONIAL
Lote 408:
Pareja de pinturas al óleo sobre tabla que representan a San Juan Bautista y María Magdalena. Óleo sobre tabla. Medidas cada tabla: 145 x 60 cm, buen estado general de conservación en policromía. Procedencia: colección particular, Madrid. Pilar Silva Maroto (Reggio Emilia, 1447-Valencia, 1519). Pintor italiano que desarrolló gran parte de su actividad en Valencia, y contribuyó a introducir el renacimiento en la ciudad. De formación ferraresa-paduana, a juzgar por el estilo de las primeras obras que se le adscriben, debió conocer también la pintura veneciana de los Bellini. Gracias a la protección del cardenal Rodrigo de Borja -el futuro papa Alejandro VI- Paolo de San Leocadio llega a Valencia en 1472 junto con el pintor napolitano Francesco Pagano. La Virgen del caballero de Montesa (h. 1475, Prado), que se atribuye a su mano, la Sacra Conversatione (firmada, National Gallery, Londres) o el San Miguel (h. 1500, Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela, que procede de la capilla del Palacio Ducal de Gandía), demuestran cómo mantuvo su calidad, sin ser necesario ese supuesto viaje a Italia que Ximo Company sitúa entre 1484 y 1488, ya que las fuentes italianas de su arte siguen siendo las mismas que cuando llegó a Valencia en 1472. De la reputación que obtuvo con su pintura el mejor testimonio es, sin duda, el documento fechado en Castellón en 1490 con motivo de la ejecución del retablo mayor de la catedral -lamentablemente desaparecido-, en el que se califica a Paolo de San Leocadio como el pintor más solemne de España. Casado en tres ocasiones, tuvo dos hijos pintores, Felipe Pablo de San Leocadio, de su segunda mujer, y Miquel Joan, de la tercera, que colaboraron con él en su etapa final. Gracias al mecenazgo de la duquesa de Gandía, María Enríquez, viuda de Juan de Borja, Paolo de San Leocadio realizó en 1501 el desaparecido retablo de la colegiata de Gandía y en 1507 tres retablos para el convento de Santa Clara de esta villa, parcialmente conservados, en los que se perciben ya huellas del ambiente hispano en el que había trabajado durante más de treinta años y en mayor medida en los retablos de El Salvador y de San Jaime que contrata para Villarreal (Castellón) en 1513, conservados asimismo en parte en la iglesia arciprestal. El Prado posee tres obras atribuidas a Paolo de San Leocadio, La Virgen del caballero de Montesa ya citada, adquirida en 1919 por suscripción popular, y las tablas de La Dolorosa y El Salvador, realizadas entre 1482 y 1484 según Ximo Company, que ingresaron en el Prado como parte del legado Bosch.. Procedencia: importante colección particular, Madrid.