SUBASTA DE MAESTROS ANTIGUOS, CONTEMPORÁNEO Y ARTE COLONIAL
Lote 1058:
Con cabeza en cera. Durante gran parte de la Edad Media y principios de la historia moderna, los delitos menores como la injuria o las infidelidades se castigaban comúnmente con la humillación pública. En ocasiones, los delincuentes también eran marcados con quemaduras físicas o un corte en el lóbulo de la oreja, por lo que en el futuro cualquiera podría ver fácilmente que no era alguien en quien se podía confiar en los negocios. Destaca la ciudad de Rothenburg, donde tenían una pequeña jaula especial para encerrar a los castigados en una plaza pública para humillarlos y permitir las burlas, y en ocasiones para arrojarles comida y cualquier cosa podrida. Otros castigos eran más móviles: las personas tenían que usar máscaras de vergüenza o zapatos de hierro y desfilar por el mercado y las calles. Estos artículos a menudo estaban equipados con campanas, para anunciar la llegada de la persona con el sonido de la campana del tonto. Los violines de cuello también se usaban comúnmente. Tanto para individuos como para parejas donde dos vecinos discutidores o parejas se mantendrían en violines de cuello hasta dirimir disputas. Procedencia: colección particular, Barcelona.