SUBASTA INAUGURAL
Lot 29:
Óleo sobre lienzo. Francesco Solimena, que había iniciado estudios humanísticos, vio determinada su carrera por la profesión de su padre, el pintor Angelo Solimena. Comenzó como ayudante de éste, pero la verdadera influencia de su formación temprana fue la pintura de Luca Giordano, de quien era amigo, de Pietro da Cortona y Lanfranco, y de Mattia Preti, cuya paleta de tonalidades oscuras y sombrías ejerció una fuerte atracción en su obra. En 1674 se había establecido en Nápoles, donde residió toda su vida, sin apenas moverse de la ciudad, a pesar de los numerosos encargos que realizó para diversas cortes europeas, entre ellas la española a través de su relación con Carlos de Borbón, el futuro Carlos III de España. De las obras de su período temprano, hayque destacar los frescos de la sacristía de la iglesia de San Paolo Maggiore (1689-1690), en los que es aún evidente el estilo claro y luminoso que deriva de Giordano. En los años posteriores, el colorido se ensombrece, atraído el artista por las obras de los tenebristas napolitanos, dando a su pintura una mayor densidad emocional y dramática. Fue en esos primeros decenios del siglo XVIII el maestro indiscutido en Nápoles, con un taller en el que se formaron artistas de notable importancia, como Pietro del Pò, Giaquinto o Giuseppe Bonito. Solimena pintó para las más importantes iglesias napolitanas, como San Paolo Maggiore, San Domenico Maggiore, San Filippo Neri ai Gerolamini o el Gesù Nuovo, y fueron también numerosos sus cuadros de caballete de tema religioso o mitológico, así como los retratos (Mena, M.: Catálogo de dibujos, VII, Dibujos italianos del siglo XVIII y del siglo XIX, Museo del Prado, 1990, p. 136). Medidas totales: 143 x 102 cm, con marco.
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